Éste diseño nace a partir del deseo del cliente de crear un espacio estudiantil y juvenil que transmitiera paz, modernidad y frescura, sin perder calidez. El proyecto fue desarrollado completamente en una sola planta, optimizando cada metro cuadrado para lograr funcionalidad y estética en un formato compacto.

La distribución incluye dos habitaciones, un baño social, una zona integrada de sala y cocina, y una barra tipo comedor que organiza el espacio y refuerza el ambiente contemporáneo. A pesar de su escala, la vivienda transmite amplitud y orden, favoreciendo la vida diaria de un usuario joven y dinámico.

Los materiales utilizados, especialmente la madera en acabados cálidos y sobrios, aportan un carácter elegante que contrasta con la frescura de los espacios abiertos, logrando un balance entre lo moderno y lo acogedor. Esta vivienda es un ejemplo claro de cómo un diseño funcional y bien pensado puede adaptarse a las necesidades de una vida juvenil sin renunciar al estilo y la armonía.